Vivimos tiempos convulsos. En medio de una ola de auge del fascismo, de los datos más alarmantes sobre el cambio climático hasta el momento y de explicarle a la gente en Twitter que los memes no se van acabar por el Artículo 13 hay una pregunta que estremece a la civilización occidental: ¿Batman mata?
Batman no mata, normalmente.
Este mayo el personaje cumple 80 años. Y en 80 años pasan muchas cosas. Dibujantes, autores, editores, historias. Los personajes se escriben y son una especie de conocimiento acumulativo sobre ellos mismos. Todo lo que se ha escrito de Batman es válido. Por eso es normal que haya distintas visiones. La gran mayoría de ellas válidas. Y eso es muy guay.
Ante las ¿polémicas? Declaraciones que ha hecho recientemente Zack Snyder, que vino a decir que Batman mata con muchos fucks de por medio, me he visto inmiscuida en una cascada de opiniones expresadas, con mayor o menos vehemencia, sobre lo absolutamente equivocados que estamos las personas que efectivamente reconocemos que Batman ha estado completamente dispuesto a matar, o que lo ha hecho en determinadas ocasiones. Hay de todos los tipos: desde que no hemos leído cómics hasta que lo hemos hecho, pero no hemos entendido al personaje, pasando por asumir nuestra ideología política.
Efectivamente, yo creo que Batman no mata, normalmente. Pero independientemente de lo que yo crea, hoy vengo aquí para demostrar que efectivamente Batman no mata, normalmente. Ojo, no vengo a decir que esta versión del personaje sea la definitiva o siquiera que tenga que gustarte. Vengo a demostrar que existe y que, por tanto, es absurdo negar que lo hace o acusar a la gente, que defendemos que este aspecto de Batman también puede ser contado, de no tener ni puta idea.
Para ello voy a seguir una metodología bien sencilla: al leer tremendas gilipolleces en Twitter se me han venido a la cabeza unas historias en las que Batman o bien a matado o bien iba a hacerlo, pero la situación se lo ha impedido. Y, ojo, ni trampa ni cartón, todas las historias que os voy a poner de ejemplo han estado o están en el canon oficial. Nada de elseworlds ni historias raras. Bien populares, de autores renombrados y fáciles de encontrar. De hecho, estoy segura de que hay muchas más, pero es que tampoco quiero ser rebuscada. Vamos a ello, ¿no?
Los días en los que Batman mataba
Al principio Batman empuñaba armas de fuego y mataba a los criminales a los que se enfrentaba sin miramientos. Lo mismo cogía a un malo y le partía el cuello que le ahogaba con el batplano. No chill. Pero fue durante muy poco tiempo. Después se introdujo a Robin en un intento de acercar a los niños a los cómics y se exploró el origen de Bruce Wayne – spoiler: asesinaron a sus padres en un callejón o algo así -, dándole un código moral más estable en el que se prometía a sí mismo no matar o usar pistolas. Bueno, a no usarlas él con sus manos, porque lo que es el batmóvil lo ha llevado siempre bien cargadito. Pero, vamos, que incluso existiendo Robin podíamos ver a Batman haciendo uso de armas de fuego, como por ejemplo en esta portada de Batman #17, en la que podemos ver a Bruce y Dick en una emotiva estampa paternofilial disparando una metralleta como españoles de bien según Santiago Abascal. Sólo que esta vez podemos suponer que eran los nazis los que estaban siendo disparados.
“Ya, joder, Capri, pero es que eran los 40, los cómics costaban 10 centavos y animaban a los niños a comprar bonos de guerra, esto no es significativo del personaje”. Pues efectivamente no lo es, pero las historias empiezan por el principio. Y esta historia empieza con que Batman mataba gente.
La Broma Asesina
Y de 1940 pasamos a marzo de 1988. Porque por qué no. Este es mi post y hago lo que me da la gana. Batman llevaba 40 años macerando su código de honor de no matar. Pero llegó Alan Moore y escribió La Broma Asesina.
En alguna ocasión me ha tocado, ciertamente perpleja, aclarar que al final de este cómic Moore juega de forma premeditada con la posibilidad de que, efectivamente, Batman asesina al Joker con sus propias manos.
No hace falta que cuente de qué va este cómic, ¿no? Ya sabéis, el tema este de que el Joker dejó paralítica a Barbara Gordon – otro día hablamos de lo torpe de esto, o a lo mejor no, que ya se ha hablado mucho – y secuestró a James Gordon para torturarlo e intentar demostrar a Batman que la diferencia entre ambos sólo es un mal día.
En las últimas viñetas de la historia, Batman frustra la huida del Joker. Este, le cuenta un chiste. Vemos como la silueta de Batman, con una mueca que da un poco de miedete, coloca sus manos cerca del cuello del Joker mientras ambos se ríen. El Joker va bajando las manos y de repente su risa deja de oírse. La luz se apaga. Silencio. Joder, el puto tebeo se llama “La Broma Asesina”.
Obviamente, esto no pasó así al canon, porque no puedes matar al Joker. Y porque la escena de Batman asfixiando al Joker con sus propias manos bajo la lluvia en medio de un parque de atracciones abandonado era, no me queda otra que reconocerlo, demasiado bestia. En el canon oficial todo esto pasa, pero Batman, en vez de darle un fuerte abrazo con las manos en el cuello al Joker, simplemente se ríe de su chiste, le captura y le lleva a Arkham, que es la otra interpretación – perfectamente válida también – que tienen estas viñetas.
Independientemente de cómo pasase al canon, Moore introduce un concepto muy interesante. Qué pasa cuando Batman tiene un mal día. Pero un mal día de verdad. Un día en el que, de repente, alguien destruye la vida de los que quiere de verdad, de Barbara y de Gordon, de su familia. ¿Es Bruce Wayne acaso un hombre tan vulnerable en el fondo y al que le importan, muy a su pesar, tanto las personas que están a su alrededor que puede olvidar todo lo que es, todo lo que se ha prometido a sí mismo ser, y matar por ello? Bueno, creo que esta es la verdadera pregunta que nos tenemos que hacer. En cualquier caso, Moore juega de forma obviamente deliberada con las interpretaciones de este final, lo suficiente como para que contemos que Batman mata – o al menos que está dispuesto a matar- al Joker. Pero no sería la última.
Una muerte en la familia
Finales del mismo 1988. Jason Todd muere a manos del Joker en Una Muerte en la Familia, nombre con el que conocemos a los números del 426 al 429 de Batman guionizados por Jim Starling e ilustrado por Jim Aparo. Que no Amparo.
Efectivamente, asistimos a la primera muerte de un Robin, de un hijo de Batman, que aunque fue decidida por voluntad popular, al parecer, mediante una guerra de llamadas programadas a través de contestadores, tuvo un gran impacto en Bruce Wayne. El impacto en concreto consistió en que se le hincharon los cojones. Batman decide que debe matar al Joker. Ha matado a su propio hijo, cómo va a dejar que siga haciendo daño a más gente, a él mismo, después de tantos años. Por otro lado, también es consciente de que no está siendo parcial, de que sus sentimientos no le dejan pensar claro. Pero al final se decide: va a matar al Joker, ya ha sufrido suficiente por él. Jason está muerto. No es que deba matarle, es que debería haberle matado hace mucho tiempo.
El tema se le complica un poco, porque Joker consigue inmunidad diplomática y además tiene a Superman de guardaespaldas. A él le da igual, porque por sus batcojones morenos que se lo carga. Pero al final, ¿Bruce recapacita o mata al Joker? Pues más la segunda que la primera. Batman se mantiene firme en su idea de cargárselo, pero la situación se lo impide. Más o menos. Más menos que más. El enfrentamiento entre Batman y el Joker termina en un helicóptero que se va a pique. Batman no tiene tiempo para matarlo sin salvar su propia vida, así que le deja dentro del helicóptero ardiendo para que se estrelle y muera. El final del cómic da a entender que seguramente el Joker no haya muerto. De nuevo, es que no puede morir. Pero desde luego no por falta de determinación y actos por parte de Bruce, que hace todo lo posible para matarlo.
A parte de la idea de que Batman le partiría el cuello como a una gallina al Joker si hubiese podido, Una muerte en la Familia, o más bien lo que viene después, es muy interesante. Por primera vez desde la aparición de Dick nos encontramos a un Batman sin Robin. Y cuando no tiene Robin, Batman se desequilibra por completo. En 1989 se introdujo en los cómics a Tim Drake, el tercer Robin, que le dice a Bruce en Batman #442 de viva voz, que Batman necesita a un Robin. Uno no puede existir sin el otro.
Este concepto ha sido repetido por varios autores en el tiempo. Cuando Batman pierde a un Robin, es otro Robin – o derivados – el encargado de recuperar el equilibrio de Batman. En The Dark Knight Returns, elseworld de Frank Miller, es Carrie Kelley quien revive a Batman. En tiempos más cercanos, es Harper Row quien lo hace tras la muerte de Damian Wayne, aunque al final ella no llegase a convertirse en Robin. Aprovecho para recomendarte muy fuerte que leas Batman y Robin Eternos.
Batman: Silencio
Nos vamos a saltar la década más mórbida de los tebeos y nos vamos a plantar en 2002. Bueno, en realidad siguen siendo los 90’, porque, como todos sabemos, los 90’ terminaron en 2005. Como veréis, la cosa que tiene Batman con matar al Joker es recurrente. Y Una muerte en la Familia no sería la última vez que Bruce intentó matarle.
Ah, Batman: Silencio, de Joeph Loeb y Jim Lee. Uno de los batebeos para iniciarse en el personaje por antonomasia. Bueno, pues aquí el Joker estuvo – una vez más – a una miaja de roscarla a manos murciélagas. ¿La razón? Tommy Elliot. La verdad es que a este personaje nos lo metieron un poco de clavo y el giro de su trama tampoco resultó tan sorprendente. Pero bueno, resumamos esto en que Tommy, un reputado cirujano, era un querido amigo de la infancia de Bruce con el que se reencuentra después de mucho tiempo tras sufrir un “accidente”. Bruce y Tommy habían pasado mucho tiempo y se acompañaron y apoyaron mutuamente tras la muerte de sus respectivos padres – más o menos -.
Tras un espectáculo de ópera, el Joker dispara, aparentemente, a Tommy. O sea, Batman sale del edificio, se encuentra el cadáver con una bala de Tommy y al Joker al lado con una pistola humeante. Y ya tenemos la marimorena montada. A Bruce se le vuelven a hinchar las pelotas y ahora dice que sí que sí. Que le va a matar.
Batman empieza a propinarle tremenda golpisa, porque sí, el plan es matarle a hostias, mientras empieza a recordar todo lo que ha hecho: disparó a Bárbara, también mató a la esposa de Gordon, a Jason Todd y ahora a Tommy. De hecho, Batman dice lo mismo que en Una Muerte en la Familia, no sólo va a matarlo ahora, es que además debería haberlo matado hace mucho, mucho tiempo. Se arrepiente de no haberlo hecho.
Cuando el Joker ya tiene bastante sobado el morro, aparece por allí Selina, que le dice que no tiene ninguna intención de dejar que le mate porque luego se podría arrepentir. Cuidao aquí, que se invierten los papeles y es la propia Selina la que es el Pepito Grillo de Bruce. ¿Sirve esto para que recapacite? Pues no. De hecho, es peor. Bruce imagina lo que puede pasar si el Joker la mata a ella. Así que que le den por culo a Catwoman, él va a matar al puto payaso de los cojones. Es al final Jim Gordon el que impide que Batman termine de escamocharlo, pero decir que le hace recapacitar es exagerar. Jim le dice que a pesar de que dejase paralítica a su hija y matase a su mujer, no podía dejar que Batman le matase. Bruce, perplejo, se pregunta a sí mismo por qué. Cómo no puede entenderlo, él debería ser el primero en hacerlo. Al final, le va a matar por él, porque Gordon es una persona importante en su vida y le ha hecho daño. Pero es el propio Gordon el que le está pidiendo que no mate al Joker. Batman suelta al Joker, no por sí mismo, sino por Gordon.
El payaso se queda malherido sangrando en el suelo mientras el lector descubre que es inocente y que no ha matado a Tommy. Es que no puedes matar al Joker.
Batman después de la boda
Como vemos, la cosa de matar, intentar matar y tener toda la voluntad de ello a acompañado a Batman desde su origen y, desde luego, no ha cesado en la actualidad.
No sé si os habéis enterado de lo de la boda. Menuda movida. Supongo que sí. Para hacer un resumen rápido, Batman se iba a casar con Catwoman, pero un conjunto de malos malosos ha boicoteado la boda y al final Selina le ha dejado plantado en el altar por miedo de que casarse significase el final de Batman. Por si no era suficiente quedarse compuesto y sin novia, además han disparado en la cabeza a Dick Grayson, el primer Robin, dejándole amnésico.
Batman está más quemado de la vida que la moto de un heavy. Y se le está yendo muy mucho. Y mata. Después de la boda, investiga un caso en el que el principal sospechoso es Mr.Freeze. Haciendo un resumen, le se le va mucho la mano dándole una somanta de hostias para que confiese los asesinatos de tres mujeres. Después de que la policía le encontrase, los equipos médicos tuvieron que reanimarle. Aterrado, Freeze confiesa. Poco después, Batman descubre que es inocente.
No nos quedamos ahí. Como hemos dicho, Dick Grayson está amnésico porque alguien le ha disparado. Ese alguien es KGBeast, villano anticomunista de primero de ser estadounidense. Aunque éste se esconde, Bruce va a por él. Tras torturas a varios funcionarios rusos, localiza el escondite de Don Beast y va a por él. La única manera de llegar a donde está es una caminata de más de una semana atravesando montañas nevadas que están perpetuamente bajo la ventisca. Batman llega y se dan bien de hostias. Como no, es el murciélago el que gana. Le parte el cuello a KGBeast y con él aún consciente le explica que no le va a ayudar. Que le va a dejar en medio de la ventisca, a kilómetros de la persona más cercana, con el cuello roto y sin poder moverse. Batman se da la vuelta y se va. Unos números después supimos que casualmente unos espías tenían a KGBeast bajo vigilancia y se lo llevaron después. Lo que nunca hemos sabido es si Batman lo sabía o no.
No voy a hacer spoilers porque lo que viene después es tirando a fuertecito también y no ha sido publicado a día de hoy. Los que ya lo hayáis leído sabéis a qué me refiero. Los que no, estad atentos.
La movida: Batman v. Superman
Llegamos ya a la madre del cordero. ¿Es errónea la visión de Snyder de que Batman mata? Espero haber dejado ya claro que no. Pero me gustaría desarrollar tres puntos distintos, porque no es lo mismo un cómic que una peli.
El primero es que creo que para intentar hacer un blockbuster de acción competente, es muy complicado que no muera gente en él. El pacto narrativo – que resumiendo es la cantidad de cosas absurdas que nos tragamos sin ponerlo en duda porque una historia es una historia y no funciona igual que la realidad – es bastante más frágil en el cine que en un cómic. En ciertas plataformas narrativas es más fácil justificar por qué hay gente que no se muere en situaciones claramente mortales. Yo que sé, cuando jugamos a la saga de juegos Arkham, aceptamos que las personas con las que peleamos no se han muerto a pesar de poder electrocutarles o ponerles explosivos. En una película eso es imposible. Que no digo yo que no se puedan hacer películas de acción espectaculares – al menos visualmente – sin que muera hasta el apuntador.
La segunda es que no entiendo muy bien por qué le pedimos una justificación a que Batman mate solamente en BvS cuando de hecho lo hace en todas las películas. Según tengo entendido el único Batman que no ha matado en pantalla fue… Clooney. Yo no digo nada y lo digo todo.
Bueno, sí que entiendo por qué se le piden cuentas a esta película y no a otras. El tono que le ha dado Snyder hace que nos centremos más en la dureza de Batman mientras que en otras películas es algo que pasa más desapercibido. Pero creo que, incluso en este sentido, Batman v Superman es menos hipócrita que otras. Parece obvio, pero Batman no dice en ningún momento de la película que no va a matar a nadie. No quiero que se me note la manía, pero Batman Begins, por ejemplo, va de que Batman no mata. El código moral de Bruce y el hecho de que se niegue a matar gente tiene una importancia bastante contundente en la trama y aún así mata como un campeón, ya no sólo en la película, sino en el resto de la trilogía. De hecho sí que veo algo mezquino en hacer tanta insistencia que Batman no mata y que en el culmen de la películas me hagas una carambola moral para que no me dé cuenta de que Batman, en efecto, mata.
Y esto me lleva al tercer punto, que es de hecho, que Batman v Superman es la única película que nos da la razón por la que Batman mata. ¿Qué tienen en común todas las veces que Batman ha matado o ha querido matar? Barbara, Gordon, Jason, Tommy, Selina, Dick. Su familia. Efectivamente, Bruce es tan vulnerable que es capaz de dejar todo lo que es de lado cuando le tocan a su familia. Pero no sólo eso, es que necesita gente a su lado para equilibrarle. Y de eso es de lo que va Batman v Superman.
En teoría, Joker mató a Robin hace años. Tim no ha llegado. 20 años siendo Batman y ya no confía en nadie. No tiene a su familia. Por eso tenemos a un Batman completamente descarrilado, alcohólico, que se traga pastillas como lacasitos y que, obviamente mata. Ya hemos visto qué le pasa a Batman cuando le matan a un Robin y ni siquiera nos hemos metido con The Dark Knight Returns. ¿Acaso no encaja con lo que hemos visto que después de varios años sin un Robin, Batman se desequilibre hasta este punto? ¡Claro que sí! Al final, a la película que más le criticamos que Batman mate es la única que nos ha dado una razón – es más, una buena razón – para que lo haga.
Mi opinión que nadie ha pedido
Bueno, yo con todo esto lo que quería era demostrar que efectivamente Batman puede matar y que forma parte del personaje. Y a mí me gusta Batman, las cosas buenas y las cosas malas. Cuando alguien dice que está objetivamente mal que Batman mate y que los que creemos que no tenemos razón, que no conocemos al personaje; esa persona está negando una parte del personaje, que puede no gustarle, pero que está ahí.
Creo que existe un problema con Batman. Bueno, es más bien un problema en la ficción en general. Hay mucha gente que no entiende que te puede gustar mucho un personaje sin necesidad de que te caiga bien. Si Bruce Wayne existiese en la vida real, no me caería mejor que Amancio Ortega. Hay una necesidad de compartir valores con los personajes que te gustan cuando eso, de verdad, es absurdo. Te pueden gustar villanos sin necesidad de hacerlos antihéroes y te pueden gustar héroes como Batman con su lado chungo sin necesidad de que apoyes sus actos.
Desde luego, a mí me gusta Batman. Todo el rato. Y sé que es un personaje de señores. Qué le vamos a hacer, es que me gusta. Y creo que negar lo que es o acomodar sus acciones a mis valores no tiene demasiado sentido. Me gusta Batman. Todo el rato. Y por eso creo que cada rincón del personaje tiene derecho de ser contado. Hasta los que me gustan menos.
Si me preguntáis, prefiero que Batman no mate. Pero es que lo hace. No creo que matar o no hacerlo defina completamente al personaje. Desde luego, no es su núcleo. Creo que Batman no mata, normalmente. La clave de todo es esa, el “normalmente”.